IDAE - EMDR y Trauma

EMDR y Trauma

E.M.D.R. es el acrónimo en inglés de Eye Movement Desensitization and Reprocessing. Da nombre a una técnica psicoterapéutica especialmente indicada para el trabajo con las experiencias traumáticas y que se traduce como: Desensibilización y Reprocesamiento por el Movimiento Ocular.

Fue desarrollado por Francine Shapiro en 1987 con el siguiente presupuesto teórico: la existencia de un sistema innato en todos los seres humanos fisiológicamente orientado a la salud. El sistema se activaría esencialmente, y de forma natural, durante la fase R.E.M. del sueño con el movimiento sacádico de los ojos, lo cual se estima que favorece la sincronización de la información atesorada en sendos hemisferios cerebrales. En condiciones ideales, la información somato-sensorial, emocional y cognitiva quedaría así perfectamente integrada y esto conferiría al individuo la oportunidad de elaborar una respuesta adaptativa en relación a los retos del día a día y de producir aprendizaje. La patología se crearía al bloquearse dicho sistema. Bloqueo que se produce al vivir experiencias con alto impacto emocional.

Reproducir voluntariamente, en la consulta, el trabajo que el cerebro realiza espontáneamente en sueño R.E.M. fue la genial inspiración de Shapiro.

El funcionamiento de E.M.D.R. se asienta, pues, sobre tres principios:

  1. Existe un sistema de procesamiento de la información intrínseco que ha evolucionado para permitir al ser humano reorganizar sus respuestas ante acontecimientos perturbadores de la vida partiendo de un estado inicial de desequilibrio y llegando a un estado de resolución adaptativa.

  2. Un acontecimiento traumático o el estrés cronificado durante una fase de desarrollo vital pueden interrumpir ese sistema de procesamiento de la información y como resultado producirse el almacenamiento de la información relacionada con el hecho traumático (o con el factor de estrés) en una forma de “estado específica” y no lograr alcanzar una resolución adaptativa.

  3. La combinación de las fases del procedimiento estándar de EMDR los movimientos oculares bilaterales restaura el equilibrio del sistema de procesamiento adaptativo de la información que pasa a ser capaz de proceder normalmente hasta alcanzar una resolución adaptativa para el individuo.

Lo más llamativo de E.M.D.R. es la utilización de la estimulación hemisférica bilateral, ya sea mediante movimientos oculares, o con sonidos o toques alternos.

Diferentes estudios multidisciplinares han puesto de manifiesto que la Estimulación Bilateral sobre la que se sustenta el E.M.D.R. produce:

  • La resincronización de la actividad de los 2 hemisferios cerebrales.
    La reinicialización de las células marcapasos septales determina la resincronización de la conectividad funcional de los hemisferios cerebrales. En este sentido, se observa, en neuroimagen, claramente aumentada la actividad del cíngulo.

  • Aumento, claramente observado a través de neuroimagen también, de la actividad talámica. En concreto de los núcleos ventro-lateral y centro-lateral

  • Una respuesta condicionada de relajación al activarse el parasimpático (a través de la liberación de acetilcolina), inhibiendo la respuesta de lucha-huída y favoreciendo una respuesta exploratoria-orientadora más adaptativa.

En octubre de 2010, E.M.D.R. fue reconocido como una Psicoterapia basada en la evidencia. Recibió el más alto sello de probación dado por el National Registry of Evidence-based Programs and Practices (NREPP). Este registro está organizado por el Substance Abuse & Mental Health Services Administration e integrado en el U. S. Department of Health and Human Services.

En 2012, el Comité Revisor de los Protocolos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó formalmente la recomendación para emplear el protocolo EMDR en adultos y niños con Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT).

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